Con el nº 1, iniciamos una tradición de compartir no sólo nuestros largos viajes, sino también los lanzamientos y las «visitas obligadas», en nuestra opinión.
Cuando conseguimos nuestro Gran California, dijimos desde el principio que antes de salir al mundo y explorar países extranjeros, teníamos que conocer bien nuestro país de origen. En los últimos diez meses, hemos recorrido casi 20.000 kilómetros en Alemania. Siempre procuramos no viajar ni visitar los lugares habituales. Y no lo hemos visto todo con estos 20.000 kilómetros, ni mucho menos.
Pero, por supuesto, las vistas «estándar» también están en nuestra lista. Empezamos por la impresionante Suiza sajona, en el este de Alemania. El verano pasado, hicimos un viaje de casi 1.800 kilómetros durante un fin de semana.
Antes de llegar a una explicación autoformulada sobre los Bastei en este punto…
El Bastei (305 metros sobre el nivel del mar) es una formación rocosa con un mirador en la Suiza sajona, en la orilla derecha del río Elba, en el municipio de Lohmen, entre la ciudad balneario de Rathen y la ciudad de Wehlen. Es una de las atracciones turísticas más visitadas de la Suiza sajona.
https://de.wikipedia.org/wiki/Bastei_(Fels)
El Bastei es increíblemente bello en cuanto a paisaje, y cuando visitas este lugar, es difícil imaginar que algo tan hermoso se encuentre realmente en el centro de Alemania, justo detrás de Dresde.
Tras un breve paseo desde el aparcamiento, llegas al puente Bastei y desde allí puedes contemplar el Elba. Las imágenes describen este lugar mejor que cualquier palabra que puedas escribir.
Pero no queremos dejarte solo con las fotos, porque seguro que hay algunos consejos 🥰. Hay un aparcamiento directamente en el parque nacional y a unos 500 metros del Bastei, donde las pernoctaciones están estrictamente prohibidas y son controladas y castigadas por los guardas del parque. Es más, está increíblemente abarrotado. Afortunadamente, hay un parque de caravanas a las afueras del parque nacional regentado por una amable pareja. Por favor, no dejes que las malas críticas de Google te disuadan de ir allí. Los operarios son un poco especiales, pero realmente agradables y aquí se aplica definitivamente el dicho: «¡Como llamas al bosque, así suena fuera!».
El recinto ofrece todo lo que necesitas, hay servicio de panecillos, aseos, lavabos y, por supuesto, instalaciones de abastecimiento y eliminación de residuos.
Si llevas contigo tu bicicleta o un e-scooter, puedes llegar al bastión desde el aparcamiento en diez minutos, pero incluso sin bicicleta, no se pierde nada. Hay un autobús lanzadera al parque nacional directamente desde el campo y además es gratis 👍. No suena mal, ¿verdad? Pero un consejo: siempre hay mucha gente en el Bastei y sus alrededores, sobre todo los fines de semana, así que ve al campo temprano los viernes y acuéstate igual de temprano. Si te diriges al parque nacional en verano, por la mañana antes del amanecer, vivirás un amanecer mágico y no te decepcionará. Incluso a las 4.30 de la mañana, ya hay allí unas cuantas personas que probablemente quieran hacer exactamente lo mismo que tú 😊.
A partir de las 09:00 como muy tarde, ¡estará insoportablemente abarrotado! La experiencia Bastei depende mucho de la hora del día, así que aprovecha la oportunidad y levántate temprano.
Disfruta de esta paz y tranquilidad, y de mis breves balbuceos:
Haznos caso: el momento oportuno lo es todo cuando se trata del Bastei. La experiencia sólo merece la pena a primera hora de la mañana o si te gustan las multitudes a la hora de comer.